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¿De verdad no sabes cómo comer sano?




A menudo, cuando las personas me dicen que no saben qué comer, les hago una serie de preguntas, y generalmente saben perfectamente cuáles son las mejores opciones.

Quería compartirlas contigo en caso de que tengas dudas sobre tus elecciones.
Así que, vamos a jugar...

¿Qué sería más óptimo para desayunar? ¿Avena o tostadas integrales, frutas, huevos/claras de huevo O donas de la gasolinera o Pop-Tarts?
Almuerzo, ¿qué es más óptimo? ¿Pita integral con pollo desmenuzado, verduras, aguacate O comidas envasadas para calentar en el microondas?
Merienda, ¿qué es más óptimo? ¿Fruta entera O pasteles de frutas?
Cena, ¿qué es más óptimo? ¿Arroz con frijoles negros, pasta integral, papas, quinoa, etc., con pollo molido magro o pavo, carne de res magra o pescado y verduras O pizza o hamburguesa de McDonald's?

Estoy más que segura de que la gran mayoría de nosotros sabe qué comer y cuál es lo más óptimo.
Así que déjame ayudarte con ideas sobre cómo tomar acción y empezar a comer de manera más saludable.

¿Sabes cocinar? Si no es así, aprende. Si no tienes éxito al principio, sigue intentándolo. Yo tampoco sabía cocinar, pero he aprendido a lo largo de los años. Ahora bien, si odias cocinar, déjame decirte que lo entiendo al 100%. Solía odiar cocinar, pero una vez que empecé a cambiar mis hábitos, decidí intentarlo y te puedo decir que siempre trato de hacer lo que me resulta rápido y fácil, y creo que por eso he mejorado en la cocina y he aprendido a disfrutarlo. Así que te recomiendo que lo intentes.

Ahora bien, si sabes cocinar pero simplemente te falta motivación pero aún quieres comer de manera saludable, hay varias estrategias que puedes probar:

Preparación de comidas: Dedica algo de tiempo en un día libre o durante el fin de semana para preparar y cocinar comidas con anticipación. Divídelas en recipientes individuales y refrigéralas o congélalas. De esta manera, tendrás comidas saludables listas para comer durante toda la semana, con un esfuerzo mínimo. Esto es cómo empecé yo, quería ahorrar tiempo y estrés durante la semana, y descubrí que este método fue el más útil para mí.

Servicios de entrega de comidas saludables: Explora opciones locales o en línea de servicios de entrega de comidas saludables. Estos servicios ofrecen comidas nutritivas pre-cocidas que simplemente debes calentar y comer. Busca aquellos que se ajusten a tus preferencias y requisitos dietéticos. Y si realmente no tienes intención de cocinar, solo piensa... Si gastas dinero en otras cosas, ¿por qué no invertirlo en una nutrición óptima?

Opciones de ensaladas y alimentos crudos: Enfócate en incorporar más frutas, verduras y ensaladas crudas en tus comidas. Estas requieren una preparación mínima y se pueden armar rápidamente. Experimenta con diferentes combinaciones, añade fuentes de proteína como pollo a la parrilla o tofu, y utiliza aderezos sabrosos para realzar el sabor.

Recetas sencillas y rápidas: Busca recetas simples que requieran poco tiempo y esfuerzo de cocción. Opta por platos como salteados, comidas en bandeja, recetas de una sola olla o ensaladas con proteínas pre-cocidas. Mantén a mano una colección de estas recetas para los días en que te falta motivación. Esta es otra de mis favoritas. Por lo general, prefiero hornear la mayoría de mis comidas, porque mientras se cocinan en el horno, puedo hacer otras cosas.

Alimentos saludables y prácticos: Si bien es importante tener cuidado con los alimentos procesados, aún existen opciones más saludables. Busca verduras precortadas, granos pre-cocidos, legumbres enlatadas y frutas y verduras congeladas. Estos pueden ser utilizados como base para comidas rápidas y nutritivas. Quiero decir, siempre algo es mejor que nada.

Tomar decisiones saludables al comer fuera: Cuando comas fuera, enfócate en hacer elecciones más saludables. Busca restaurantes que ofrezcan opciones nutritivas, como ensaladas, fuentes de proteína magra y platos a la parrilla o al vapor. Evita los alimentos fritos o altamente procesados y opta por acompañamientos más saludables como verduras al vapor o una ensalada. Hoy en día, muchos restaurantes ofrecen opciones saludables, ¡aprovecha esto!

Busca apoyo: Busca apoyo de amigos, familiares, un nutricionista o coach de nutrición. Ellos pueden brindarte ánimo, responsabilidad e incluso ayudarte con la planificación de comidas o la cocina. También puedes considerar unirte a una clase o taller de cocina para obtener inspiración y aprender nuevas habilidades.

Recuerda que, aunque te falte motivación para cocinar, priorizar tu salud es fundamental. Encontrar estrategias alternativas que funcionen para ti puede marcar una gran diferencia en el mantenimiento de una dieta saludable. El estar en forma no es lo más conveniente. Sin embargo, tampoco lo son la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, las estadías en el hospital y las costosas facturas asociadas a ellas.

Elige mejor y hazlo, eso es lo que te mereces.
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