Mejora la densidad ósea: El entrenamiento con pesas ayuda a aumentar la densidad ósea, lo que puede reducir el riesgo de osteoporosis.
Aumenta el metabolismo: A medida que las mujeres envejecen, su metabolismo se ralentiza, lo que puede provocar un aumento de peso. El entrenamiento con pesas puede ayudar a aumentar el metabolismo y quemar más calorÃas.
Aumenta la fuerza: El entrenamiento con pesas puede ayudar a aumentar la fuerza muscular, lo que puede mejorar la capacidad para realizar actividades diarias.
Reduce el riesgo de lesiones: El entrenamiento con pesas puede ayudar a fortalecer los músculos y los huesos, lo que puede reducir el riesgo de lesiones.
Mejora la postura: El entrenamiento con pesas puede ayudar a fortalecer los músculos de la espalda y del núcleo, lo que puede mejorar la postura.
Reduce el dolor articular: El entrenamiento con pesas puede ayudar a reducir el dolor articular, especialmente en las rodillas y las caderas.
Reduce el riesgo de enfermedades crónicas: El entrenamiento con pesas puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y la enfermedad cardÃaca.
Aumenta la confianza: El entrenamiento con pesas puede ayudar a aumentar la confianza y la autoestima.
Aumenta la flexibilidad: El entrenamiento con pesas puede ayudar a aumentar la flexibilidad y mejorar el rango de movimiento.